***Hombres y mujeres que se dedican a llevar y recoger pedidos por aplicación piden un alto a la inseguridad
Por: Verónica Bacaz
Pareciera que no, pero ocurre; hace unas semanas se advertía de una escalada de inseguridad y violencia a consecuencia del impacto del huracán Otis en Acapulco, a través del efecto cucaracha comenzó a pegar en los estados más cercanos y capitales.
Los repartidores por aplicación de Uber Eats, DiDi Food y Rappi, este día fueron los protagonistas de la Rodada por La Paz en Cuernavaca, después de que ayer un compañero suyo fue asesinado por sujetos que le quisieron robar su moto en una plaza comercial.
Exigieron a las autoridades de los tres órdenes de gobierno el garantizar la seguridad sobre todo en las colonias consideradas como “focos rojos” pues a determinada hora de la noche no quieren arriesgarse, pero las empresas en mención los sanciona si no van al lugar indicado o a veces les cobra el pedido.
No traen más de 500 pesos, ellos van y pagan a la aplicación los pedidos, aún así hay ladrones que los bajan de sus motos, para robarles todo y, a veces eso ha cobrado la vida de estos hombres y mujeres que encuentran una oportunidad de empleo en este giro.
“Somos socios, por eso no tenemos prestaciones como IMSS, Infonavit o incluso un seguro de vida”, expresaron voceros de los más de mil repartidores que hay en Morelos, esta tarde.

A ellos y ellas no les importa que entre las autoridades se repartan las responsabilidades y no asuman el costo político de ello, los repartidores solo piden una cosa, trabajar seguros y así llevar el sustento a casa, muchos son padres y madres de familia y tienen como único ingreso esta actividad.
Ese fue el reclamo y enojo y con el claxón de sus motocicletas, sus consignas en cartulinas, algunos cubiertos del rostro con casco y paliacates, exigieron un alto a la inseguridad que comenzó a escalar en últimas semanas en donde coincide con los días posteriores al impacto de Otis.
Las autoridades hablaron de coordinación estado, federación y municipio para dar respuesta inmediata a las demandas, pero las acciones por la inseguridad deben ser tangibles, sentirse ya, pues agregaron el reciente caso del asesinato de la maestra asesinada en pleno Centro de la capital, para robarle su camioneta y que movilizó a los cerca de 30 mil docentes adheridos al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Por tanto, insistieron en que las autoridades deben coordinarse para evitar que sus pleitos políticos lo tengan que pagar los ciudadanos.
