Denuncian que Fiscalía Anticorrupción intensificó hostigamiento en contra de funcionarios de la ESAF

  • Hoy, agentes acecharon las oficinas del órgano de fiscalización exhibiendo armas largas

La licenciada América López Rodríguez, encargada de despacho de la Auditoría General de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), dio a conocer que la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción (FECC) intensificó el hostigamiento en contra de los funcionarios facultados para llevar a cabo una revisión financiera a la Fiscalía General, producto de una denuncia ciudadana recibida.

Lo anterior se confirmó primero, con el oficio que la Fiscal Especializada en Combate a la Corrupción, Diana Lizbeth Acosta Ángel dirigió al encargado de la Dirección General Jurídica de la ESAF, Alberto Salgado Pérez para hacer de su conocimiento que “se hace efectiva la sanción administrativa en modalidad de multa”, al oponerse a entregarles información de la citada denuncia.

El monto del medio de apremio que la Fiscalía pretende hacer efectivo es por una cuantía de 200 UMAS que equivaldrían a unos 17 mil pesos; asimismo existe el temor fundado de que Salgado Pérez pueda hacerse acreedor de un arresto hasta por 36 horas.

El segundo elemento para denunciar que el acoso de la Fiscalía está subiendo de tono, se debe a que hoy seis de octubre, elementos de la FECC acecharon las oficinas de la Entidad Superior durante varias horas, en las que se les pudo observar portando armas largas; los agentes pretendían entregar de manera personal un citatorio al servidor público Alberto Salgado Pérez.

Al respecto, América López Rodríguez fue muy enfática al reiterar que la información solicitada por la FECC “es de carácter reservada y confidencial, por lo que la divulgación de tal expediente traería una responsabilidad administrativa a quien lo hiciera público o bien obstruya el proceso de auditoría”.

Por ello, insistió en hacerle un llamado al Fiscal para que cese el hostigamiento en contra de los funcionarios de la ESAF, y les permita iniciar con la fiscalización que hasta ahora inexplicablemente ha sido obstaculizada por la misma institución a la que pretenden auditar.