• Por transparencia y disciplina financiera, los municipios deben contar con un presupuesto aprobado por cabildo para operar conforme a derecho
A más de dos meses de haber iniciado su gestión, los municipios de Morelos aún no aprueban sus presupuestos de egresos para el ejercicio 2022, aseguró la diputada Tania Valentina, luego de que anunció que en la próxima sesión del pleno presentará un exhorto para corregir esta situación.
“Por mandato constitucional y de la Ley de Disciplina Financiera de las entidades federativas y los municipios, las personas titulares de las presidencias municipales y de las tesorerías solo procederán a hacer pagos con base en el presupuesto autorizado, y por los conceptos efectivamente devengados, siempre que se hubieren registrado y contabilizado debida y oportunamente las operaciones consideradas en éste; así de clara es la Ley”, afirmó la legisladora del Partido del Trabajo.
Con base en la Ley Orgánica Municipal del Estado de Morelos, es responsabilidad de las personas titulares de las tesorerías, así como de las presidencias municipales presentar a los cabildos, el proyecto de presupuesto de egresos de cada año.
Así que no obstante de carecer de un presupuesto aprobado, desde el 1 de enero del año en curso, todos los días se ejercen recursos públicos en todos los municipios y consejos municipales, sin que se conozca si dichos recursos están planeados o proyectados para que alcancen a cubrir las crecientes necesidades de la población a que sirven.
“Durante la gestión de las anteriores administraciones municipales observamos que era hasta finales de cada año cuando se aprobaban los presupuestos, situación que además de ilegal es irracional, pero era una posición muy cómoda para los ejecutivos municipales, pues el gasto se ejercía de manera unipersonal” denunció Tania Valentina.
Hago un llamado respetuoso a los y las presidentas municipales de Morelos, para que sin mayor dilación sometan a la consideración y aprobación de los cabildos, los presupuestos de egresos para este año 2022, ya que es la única forma de que la población pueda ver cristalizadas en programas y obras, las múltiples promesas que en campaña se les hicieron.