El dengue es una enfermedad febril, transmitida por el mosquito hembra hematófaga del género Aedes de las especies Aegypti y Albopictus, de curso autolimitado, incapacitante y con riesgo de complicaciones.
Por eso es muy importante seguir algunas medidas preventivas para evitar su transmisión.
Miguelina Solís Bazaldua, coordinadora auxiliar de Vigilancia Epidemiológica en la Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelos, indicó que la enfermedad se puede presentar como Dengue No Grave (DNG), Dengue con Signos de Alarma (DSA) y Dengue Grave (DG).
Explicó que el caso probable de DNG lo puede presentar toda persona, de cualquier edad, que resida o que proceda, en los 14 días previos al inicio de signos y síntomas, de una región donde exista transmisión de la enfermedad y que presente fiebre y dos de lo siguiente: náusea, vómito, erupciones en la piel, dolores musculares y de articulaciones; entre otros síntomas. En menores de cinco años, dijo, el único signo a considerar es la fiebre.
Mencionó que el DSA consiste en todo caso probable que, además de cumplir con cuadro de Dengue No Grave, presente uno o más de los siguientes signos de alarma: dolor abdominal intenso y continuo, vómito persistente, sangrado de mucosas, así como disminución progresiva de plaquetas y de la hemoglobina.
En este sentido, la especialista dijo que, ante la presencia de un signo de alarma identificado en el primer nivel de atención, el paciente deberá ser enviado de manera inmediata al segundo nivel.
Agregó que el caso probable de DG consiste en todo caso probable de dengue que presenta uno o más de los siguientes síntomas: sangrado grave (según la evaluación del médico tratante), afección renal, del sistema nervioso central (alteración de la conciencia), del corazón (miocarditis) o de otros órganos, y se deberá tomar muestra al 100 por ciento de los casos.
Solís Bazaldua destacó que el dengue es un problema de salud pública y que se enfrentan diversos retos para prevenirlo, como son el movimiento poblacional y el cambio climático, entre otros factores.
Al respecto, como medidas de prevención la especialista recomendó: evitar acumular agua en recipientes que no estén debidamente cubiertos, ya que se convierten en criaderos del insecto; lavar semanalmente con agua, cepillo y jabón, las paredes de los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico; evitar acumular llantas y depósitos plásticos en patios y azoteas, así como dentro de lo posible mantener puertas y ventanas con mosquiteros, para que los moscos adultos que nacen en ese medio eviten el contacto con las personas.
Además, se sugiere instalar pabellones alrededor de las camas; utilizar repelente en sitios públicos; vestir ropa que disminuya la exposición del cuerpo a los piquetes de mosquitos (camisas de manga larga y pantalones); evitar la automedicación, y en caso de presentar síntomas, acudir al médico.
