Viridiana Odriozola, es una empresaria mexicana con varios años de residir en Los Ángeles, California, fundó su boutique show room ‘Malinalli Art you can wear” que comercializa artículos elaborados por artesanos huicholes que adquiere desde Morelos, Guerrero, Chiapas, Guanajuato y Oaxaca, pero a raíz del brote de Coronavirus en dicho país, logró colocar en su propio mercado, los cubrebocas con diseños mexicanos.
“Cuando comenzó la pandemia regalaba los cubrebocas a mis clientes, primero mi mamá empezó a diseñarlos y confeccionarlos, pero después los propios clientes empezaron a pedirme que se los vendiera vía online, fue entonces que decidí buscar una proveedora en Guaunajuato que es quien me los manda también”, explicó en entrevista exclusiva para El Financiero.
Viridiana comentó que a raíz de que en California el Coronavirus se agravó, las personas dejaron de comprar, lo que paralizó unos días su negocio, pues a la comunidad de Los Ángeles, le interesaba más adquirir artículos de primera necesidad y principalmente papel de baño.
No obstante, explicó que si bien en un momento se detuvo todo, el gobierno de dicha entidad, entregó cheques e incentivos a sus ciudadanos para reactivar la economía y a partir de ahí pudo volver a echar andar su negocio que puso en marcha desde hace tres años, pero ahora con pedidos grandes de cubrebocas.
“En este momento me están solicitando muchos cubrebocas, te lo juro que me quiero dividir en mil, porque me salió un negocio súper grande con una caja de suscripción, con un cliente que el año pasado me compró 3 mil 500 piezas entre bolsas de palma y blusas, entonces pude dar trabajo a 10 mujeres, pero ahora también de cubrebocas”, detalló.
Viridiana Odriozola, es también abogada y mamá de dos pequeños y es de origen morelense, gracias a sus productos con diseños mexicanos, algunos hechos de hoja de palma, como aretes, collares, pulseras, sombreros, chamarras, bolsas, con los que ha logrado incursionar en la industria de la moda de los californianos, y la ha llevado a tener presencia en pasarelas, presentaciones de revistas, entrevistas y reportajes en medios de comunicación norteamericanos.
Su trabajo e interés por resaltar el arte mexicano le ha dado la oportunidad de emplear a parte de su familia y también a los artesanos de los estados mencionados. Pero además también el plus para sus clientes, es que sus prendas o sombreros, son diseños exclusivos que ellas mismas solicitan.
Desde Chilapa, Guerrero, le envían bolsas hechas de hoja de palma, por un diseñador de nombre Efraín Arcos; desde Chiapas, la tienda “Arenitas” que emplea al menos a nueve mujeres jefas de familia, le envían blusas bordadas y bolsas.
En Oaxaca, se apoya con Claudia Álvarez quién le envía bolsas tejidas a mano y que también ha logrado posicionar en el gusto de la población hispano-mexicana y los propios estadounidenses.
Desde Morelos, su mamá le envía también aretes, collares, llaveros, blusas, bolsas y demás productos que son fabricados en la entidad y tienen gran aceptación entre su clientela.
“La idea de fundar ‘Malinalli’ surgió porque mis papás me trajeron unos collares hechos de arte Huichol que se instalan en el Centro de Cuernavaca, tanto a un costado del Palacio de Cortés, a muchas de mis amigas les gustaban y me recomendaban que los comenzara a vender, empezando por los míos y de verdad comencé con mi colección”, concluyó.