Por: Verónica Bacaz
Siempre hay un detrás de cámaras polémico que revelar en el marco del segundo debate por Morelos y sobre el comportamiento de las primeras candidatas a la gubernatura del estado.
Lucia Meza Guzmán llegó al 10 para las 6:00 horas de la tarde, sin haber ordenado el guión que comunmente utiliza para atacar al gobernador Cuauhtémoc Blanco y colgarse de su figura, sin dar prioridad a las propuestas.
El escandalo ocurrió cuando llegó al espacio del Instituto Morelense de Radio y Televisión; Lucia pegó el grito “di una instrucción y por qué no se cumplió, yo no voy a iniciar hasta que pongan el atril vacío de Margarita”.
Fuentes consultadas por esta reportera, narraron que el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) acordó con Margarita González Saravia no colocar un tercer atril porque ella dejó claro y justificó por qué no iba, hecho que volvió iracunda a la candidata del PRIAN y amenazó con no iniciar el debate, si no se colocaba.
Un secretario del Impepac, tuvo que consultar a los consejeros y a los representantes de los partidos si hacían caso al berrinche de la candidata de la alianza opositora y bajo protesta, finalmente lo pusieron, para hacer notar la ausencia de Margarita González Saravia de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
A Lucia Meza se le olvidó que no puede actuar aún como si ya fuera gobernadora, eso es escupir al cielo y peor aún, ningunear de esa forma a los trabajadores y consejeros del órgano electoral.
Pero la alianzista se le olvidó o a propósito lo hizo el ignorar a la candidata de Movimiento Ciudadano, Jessica Ortega de la Cruz que es la tercer aspirante a gobernar el estado y que siempre muestra una preparación impecable para estos ejercicios (además de que llegó puntual) y también cuando se enoja reclama el respeto de sus derechos y la puntualidad del suceso.
En este momento, tanto Lucia, como Jessica y Margarita están en igualdad de condiciones y Lucia no puede aún sentirse superior al lado de las otras dos, no. Aún no es 2 de junio.
Jessica Ortega manifestó “esté o no la señora Lucia Meza, yo inicio a las 6:00 en punto con el debate, yo no la voy a esperar y tampoco haré esperar a la ciudadanía”, aseveró en medio del momento acalorado la candidata naranja.
Pues a parte de que Lucía Meza llegó tarde, 10 minutos antes de iniciar, no había ordenado el cúmulo de hojas de su guión y arrancar, pues bien se sabe que la aspirante del PRI, PAN y PRD, no sabe improvisar, le falta afinar su oratoria y debe apoyarse de tarjetas informativas para no regarla o decir incoherencias, como comunmente lo hace.
La contendiente por el PRIAN se salió con la suya finalmente, para evidenciar la ausencia de Margarita González Saravia, y los consejero instalaron el mueble de la discordia, para que su equipo de fotógrafos levantara algunas imágenes del escenario y así poder iniciar otra campaña de guerra sucia en redes sociales, como las que usted y yo vemos circular a diario.
Y, además como no le gustó los golpes bajos que Jessica Ortega le propinó, le advirtió que daría inicio a una campaña negra en su contra, que consiste en relacionarla con Jaime Álvarez (líder moral del partido) y con Graco Ramírez, exgobernador de Morelos.
Margarita debió asistir al segundo debate, no fue buena señal no hacerlo, incluso pudo ser estrategia para que estando ahí, se aliara con Jessi y ambas torpedear a Lucia, como lo hicieron Claudia Sheinbaum (Morena) y Jorge Álvarez Máynez (MC) contra Xóchitl Galvez del Frente, en el tercer debate presidencial.
Y dejar que solita, Meza Guzmán se hundiera en su falta de propuesta y de proyecto, y seguir aferrada y obsesionada por el gobernador Cuauhtémoc Blanco.
Pero también había razones justificadas para no hacerlo, como el enfrentarla a su violentadora y a la actitud misógina de la aspirante del frente.
Cuesta trabajo entender, con base en 18 años de experiencia periodística y la cobertura de varios debates de candidatos, que ellos se comportan más.
Pilón: Los Terrazas y José Luis Urióstegui ya rompieron con Lucia Meza; pues esta a cada candidato que presiona para declinar a su favor, los afilia al PRD, para “revivirlo”, partido que ya está totalmente muerto en Morelos.