Basta de absurdos
Por: Oscar Armijo
Llámenme conspiranoico pero soy de los que piensan que en la vida política -sobre todo en la de nuestro país- no existen las coincidencias ni mucho menos las casualidades. Lo acontecido en las recientes semanas refuerza esta idea y para muestra basta ver la polémica decisión de la SCJN que con 6 votos a favor y 5 en contra, declaró constitucional la consulta popular propuesta por López Obrador, aunque eso si, con modificaciones a la pregunta original sustituyéndose el nombre de los expresidentes por el término “actores políticos”.
Quien destacó durante su intervención fue Norma Lucía Piña al manifestar que su obligación era no ceder a más presiones que las que provienen exclusivamente del cumplimiento de su mandato como jueza constitucional. Al respecto no fueron pocos los que se preguntaron a qué presiones habrá hecho referencia la ministra.
Igual y quiso aludir a los constantes embates del mandatario federal desde su púlpito mañanero; a su amenaza de presentar una iniciativa de reforma al artículo 35 constitucional en caso de que no fuera aprobada la consulta; o simplemente, tal y como lo manifestó la Barra Mexicana, Colegio de Abogados (BMA), los ministros prefirieron cambiar la constitucionalidad por la popularidad para evitar enfrentarse con el nuevo hombre autoritario de América Latina -así describió el Financial Times al residente de Palacio Nacional- y sus huestes.
Cualesquiera que hayan sido los motivos que impulsaron esta decisión, lo cierto es que coincido con el ministro Laynez Potisek en el sentido de que la “justicia no se consulta”, pues para enjuiciar a los expresidentes únicamente se necesita que la Fiscalía General de la República haga su trabajo; como también lo es que la resolución del máximo tribunal sobre la procedencia de la consulta -que ya fue aprobada en el Senado- se convertirá en una herramienta útil de propaganda para AMLO de cara al proceso electoral del año entrante, en el cual el panorama no pinta tan favorable como en 2018.
De ahí que los de la 4t ya se encuentran preparando el camino para que dicha consulta no se celebre el primer domingo de agosto de 2021, como lo marca el texto constitucional, sino el mismo día de las elecciones. Los malpensados dirán que esta maniobra de los cuatroteros tiene como finalidad inclinar la balanza a su favor durante las votaciones, pero en realidad la propuesta persigue -en palabras del senador Ricardo Monreal- la noble intención de ahorrarse el dinero que costaría organizar el capricho del Presidente, quien a toda costa busca hacerse sentir en la jornada electoral.
Incluso, en su columna titulada “Perder el miedo a la democracia”, el citado legislador señala que “Por economía, por logística y por sentido común, llevar a cabo la consulta popular el mismo día de la jornada electoral es una propuesta razonable para ésta y para las venideras”. Razonable hubiera sido evitar este burdo espectáculo y simplemente presionar a las autoridades competentes para que realicen la “chamba” que por ley les corresponde.
Por cierto, hablando de absurdos, continúa sobre la mesa el tema de la renovación de la dirigencia del partido guinda, que involucra de paso al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. A estas alturas, no se si el actuar de este órgano jurisdiccional sea motivo de risa o pena ajena, pues con base en un proyecto filtrado, los magistrados pretendían tumbar la encuesta que semanas antes ¡ellos mismos habían ordenado! Las críticas no se hicieron esperar y en un nuevo recule se aprobó por unanimidad que la encuesta debía continuar.
Al cierre de esta columna, el INE había anunciado que lo números arrojaban un empate técnico entre Mario Delgado y Muñoz Ledo -quien no tardó de acusar trampas en el sondeo- de manera que se procederá al levantamiento de una tercera encuesta. Sin embargo, sin importar el resultado de este nuevo ejercicio, es poco probable que la paz y armonía reinen en MORENA.
Ya para despedirme, alguien dígale al mandatario federal que si ya perdonó a los Astros de Houston por hacer trampa en la serie mundial de béisbol de 2017 donde se coronaron campeones, de paso perdone a Felipe Calderón, al cual acusa desde hace años de haberle robado la elección presidencial de 2006.