ARTURO ESTRADA/CORRESPONSAL
MORELIA.- El fiscal general de Michoacán, Adrián López Solís, reveló la noche de este domingo que el presunto asesino de Jessica González Villaseñor se llama Diego Urik, quien está prófugo de la justicia.
Y en este mismo sentido, López Solís agregó que la policía internacional criminal lo busca en 194 países, y declaró que existe una recompensa económica para quien informe sobre su paradero.
El asesinato de Jessica de 21 años de edad genera movilizaciones poco vistas en Michoacán. Hay coraje e indignación, principalmente entre las mujeres.
Se cuentan por miles las mujeres que han salido a las calles de los municipios de Morelia, Uruapan, Gabriel Zamora, Apatzingán y Zinapécuaro, Quiroga, para exigir justicia y rechazar la impunidad.
El pasado lunes 21 de septiembre, a las cinco de la tarde, la joven salió de su casa y nunca más regresó con vida, dijo la familia de la víctima.
Jessica iniciaba su carrera como maestra en una escuela de Salvatierra, Guanajuato, y para ella era un sueño hecho realidad comenzar a dar clases a distancia con los niños.
La Fiscalía de Michoacán trabaja en la investigación, pero todavía no han dado con el paradero del responsable del feminicidio que se presume fue el novio de la víctima.
El vienes y durante tres horas, más de 300 personas realizaron una marcha que partió de la Casa de Gobierno con rumbo a la Fiscalía del estado.
Ahí, familiares y amigos clamaron encontrar sana y salva a Jessica, pero paralelamente las autoridades hallaron el cadáver en un paraje.
Mediante las redes sociales, gobernador Silvano Aureoles Conejo lamentó «profundamente la muerte de Jéssica González Villaseñor. La Violencia contra la mujer no puede seguir siendo una realidad».
El sábado 26 de septiembre, la Fiscalía estatal determinó que «la causa de la muerte fue hemorragia subaracnoidea secundaria a traumatismo craneoencefálico, en persona policontundida».
Después, más mil mujeres marcharon en Morelia para exigir justicia por el feminicidio cometido en contra de la joven Jessica.
Y durante la mega manifestación, colectivos feministas vandalizaron el Congreso del Estado y el Poder Ejecutivo de Michoacán.
En el exterior de Palacio de Gobierno, poco más de 50 policías estatales evitaron que las mujeres incendiaran la puerta principal del inmueble colonial.
La marcha duró poco más de dos horas, la cual salió a las cinco de la tarde desde la fuente de «Las Tarascas» hasta llegar al exterior de la catedral metropolitana.
Pese a los momentos de tensión que se vivieron, la marcha terminó sin heridos; pero sí, con la exigencia colectiva de llevar a la cárcel al asesino de Jessica González.
El domingo, con una misa de cuerpos presente fue despedida Jessica. Solamente estuvieron los familiares más cercanos, los cuales no pasaron de 30 personas en la funeraria Gayoso, ubicada en el sur de Morelia.
Se reportan marchas y manifestaciones en los municipios de Uruapan, Gabriel Zamora, Apatzingán, Zinapécuaro y Quiroga, para rechazar la impunidad.
Michoacán clama justicia.
Vía:El Financiero