#Opinión || No hay peor lucha que la que no se hace y más cuando se trata de un golpe tan fuerte para la economía morelense

Por: Verónica Bacaz 

Hace unos días en una comida familiar, con doctores y exacadémicos de la UAEM, mi tío político el doctor René del Portillo, me preguntó: ¿Cuál era el ambiente y el sentir allá afuera (en el círculo rojo) por el cierre de Nissan en Civac?

Analicé la respuesta que iba a dar y todo apuntaba a la palabra “tristeza”, fue una noticia que causó impacto, se llevó las ocho columnas de todos los periódicos locales, fue trending toping en X-antes Twitter-, en Facebook e Instagram y muchas redes sociales más. 

 Y si, para los morelenses fue una noticia triste porque estábamos acostumbrados a ver a Nissan funcionando sin parar desde los últimos 60 años como cuando estaba el auge de las Escuelas de Español que movían toda una economía en su entorno,  pero que hoy en día ya no es como antes y desafortunadamente tampoco será así con la armadora y la red de proveduría local. 

Les platiqué que escuché la voz entrecortada del secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito en una conferencia de Seguridad al responder la pregunta, sobre la triste noticia.

El funcionario con toda la expertis narró cómo fue testigo de cuando la primera planta de Nissan en el mundo salía de Japón, llegó a Morelos por ahí de los años 60’s y Salgado recordó aquella comitiva de funcionarios que, en aquel entonces viajó al país Nipon para hacer realidad el proyecto. 

El Doctor René del Portillo comentó, lo imaginé, es un trancazo para Morelos, miles de familias se verán afectadas.

Días después vino lo que todo ya sabemos, la embestida contra Víctor Sánchez Trujillo, secretario de Desarrollo Economico por haber negado el hecho en entrevistas anteriores y de repente un jueves, la planta entra en paro, para anunciarle a sus trabajadores la triste noticia. 

Todo se enfocó en los trabajadores, porque si bien para Gobierno federal y todo el país, 2 mil 400 empleos perdidos no representa mucho, para un estado pequeño como Morelos y una muy frágil economía, si.

Se vertieron muchas reacciones algunas buenas, otras ociosas, políticos, empresarios, exfuncionarios, exgobernadores, uno que otro advenedizo y más para emitir un mensaje triste y de lamento; pero no proponer algo tangible que sirviera para los que hoy gobiernan.

La más viable, contundente y certero fue la decisión de la gobernadora de Morelos: enviar una carta al CEO del corporativo en Japón que además es mexicano.

No faltaron las burlas, los memes y comentocratas de nuevo. Pero va, estaban de sobra.

La misiva incluía el extrañamiento de esta determinación que se convierte en un parteaguas en la historia económica del Estado, así como cuando comenzaron a cerrar las escuelas de español y los extranjeros dejaron de llegar a la entidad y, por consiguiente dejar sus divisas aquí.

La carta, que leyó la mandataria en la mañanera de los lunes, incluía la promesa de incentivos fiscales y condiciones logísticas para que los japoneses se quedaran.

El director general de la armadora en aquel país, Iván Espinosa, acusó de recibido y dijo que no hay marcha atrás, la salida es inminente.

La gobernadora Margarita González Saravia ha sido duramente criticada por enviar la carta en la que manifestó el desacuerdo del Gobierno Estatal, pero en general de todo el pueblo de Morelos, por el cierre de la Planta de Nissan en Jiutepec.

Cita el refrán: no hay peor lucha que la que no se hace…ante el desmantelamiento de esta armadora que en su momento fungió como un oasis en la frágil economía del Estado, toda lucha es válida y necesaria.

 Todo esfuerzo es urgente y para ayer, no había que esperar, el tiempo está encima, el despido del personal comienza en diciembre y había que ir contra reloj. 

 La carta era precisa, sin enredos ni promesas sin sustento, solo lo que está a la mano de los gobiernos, como condiciones mejoradas en materia de impuestos y logística para continuar su labor. 

Empero Aguascalientes es más grande en territorio, es una entidad netamente industrial, por lo que solo nos queda acostumbrarnos a la “Nueva Economía” que nos ofreció el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. 

 Una vez más, Nissan consignó, se traslada la Planta de Morelos a dicho estado del Bajío, así como hace tres años se llevó la línea uno del Versa y despidió a 800 empleados, ahora se va por completo y el run run de esta decisión ya se escuchaba desde entonces. 

Y los detractores y opositores, qué hicieron al respecto, ¿Qué hizo Lucía Meza? Sólo grabar un video y subirlo a sus redes para hacer de ello un botín político, pero ¿qué propuso que sea real?

Graco Ramírez, lamentó los hechos en un twitt; ven cómo sí dan risa…no emitió recomendación alguna que sirviera de consejo al gobierno actual, aún y con su “amplia experiencia” para manejar la economía…

Si van a lamentar los hechos, sean propositivos porque si no entonces parecen mercenarios de la política, acompañen su opinión con acciones reales, no solo utilicen este asunto a nivel mundial como su gancho electoral, se ven falsos y dan más risa.